Lo Informal en la Ciudad


Los fenómenos de la informalidad urbana, destacada esta en hábitats y entornos marginalizados, no pueden seguir siendo abordados y atendidos bajo los mismos paradigmas tradicionales y normativistas de la "ciudad formal" que han favorecido su emergencia o no han impedido su proliferación, tanto en zonas céntricas como periurbanas. Las políticas, planes y programas de atención a asentamientos informales, renovación urbana y mejoramiento barrial requieren de un enfoque más sistémico y estratégico en términos de escalas territoriales de aproximación, de una cogestión social del hábitat y gobernanza que ayuden a corregir la desvinculación intersectorial e instrumental histórica de nuestras ciudades...

El concepto de “informalidad” es un derivado del término “marginalidad”, que fue empleado desde los años 60s y 70s para denominar a las actividades, tipos de ocupación del suelo y espacios autoconstruidos al margen de la normatividad vigente y de las formas oficiales. La informalidad en las ciudades latinoamericanas abarca un amplio conjunto de procesos socioterritoriales multiformes que se ubican en los intersticios de la sociedad de consumo. Según datos de la OIT (2014), más de 130 millones de personas en América Latina y El Caribe trabajan en el sector informal, representando un 47,7% de la fuerza laboral. Y según datos de ONU-Habitat (2014), unas 113.4 millones de personas en América Latina viven en asentamientos informales; esto representa prácticamente 1 de cada 4 habitantes en áreas urbanas. Considerando que para el año 2050 se estima que casi un 90% de la población de la región vivirá en ciudades, y que la tendencia de la informalidad no es necesariamente a disminuir, las proyecciones al respecto en nuestras metrópolis se vuelven aún más alarmantes.

Ante datos como éstos cabe preguntarnos si tiene sentido seguir denominando como “informal” a una masa de población tan inmensa, tanto por los efectos de estigmatización y marginación consolidada que ello produce, como por las causas estructurales mismas que subyacen al fenómeno. O si, por el contrario, debiéramos reflexionar más crítica y creativamente sobre el origen y morfología del mismo. Las implicaciones de esto van desde una revisión sistémica de las políticas y mecanismos de aproximación y atención a los asentamientos informales, hasta un cambio en nuestras actitudes y miradas a los mismos: ¿son un problema a “erradicar” o una realidad con la que debemos producir mejores formas de comunicarnos, conectarnos y, a partir de allí, trabajar en conjunto?

Ponencia disponible en el siguiente link: http://arquitecturaencomunidad.org/lo-informal.html

(Imagen: JR (www.jr-art.net). Imágenes en vinil en tren que pasa por Kibera, Kenya)

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